sábado, 23 de febrero de 2008

Juventud y democracia

“Queremos cambiarlo todo, acabar con el viejo mundo y construir una sociedad sin clases libre de verdad...” Esta es la premisa con la que la generación de nuestros padres, a finales del franquismo, se preparaba para la democracia. Fue y sigue siendo una generación comprometida con la vida política de su país. Con el final del franquismo les llegó el momento de tomar las riendas de España y durante 30 años han estado peleándose por las decisiones mas importantes de este país y han buscado siempre lo mejor para los españoles. Pero en mi opinión ya es hora de que los jóvenes recojamos el testigo que durante mucho tiempo han estado llevando. Y es en este punto donde está el problema.

Muy pocos estamos realmente interesados en el panorama político nacional e internacional. La mayoría sólo parece querer pasarlo bien y liarse con tal o con cual. Y yo no digo que esto esté mal, es normal a nuestra edad, pero sin olvidar que no podemos quedarnos como simples nihilistas y gentes sin inquietudes. Realmente parece que no nos importa lo que pasa por estas tierras, pregúntenle a alguien de mi clase ¿quién es la Vicepresidenta del Gobierno?, y no lo sabrá. Y como este podemos poner muchos más ejemplos.

Actualmente se habla mucho de la llamada “Ley de la Memoria Histórica”, a la que considero un gran acierto puesto que para mi generación parece que los últimos setenta años de la historia española están en blanco, no saben nada ni de la II República, ni de los maquis, la represión y un largo etc. A mi parecer dejan entrever que no les interesa nada de lo ocurrido aquellos años y estamos cayendo sin remedio en algo que el mismo Franco predijo, que la historia la escribirían los vencedores y no los vencidos...
A nuestra edad (yo por ejemplo tengo 16 años), nuestros padres ,o al menos muchos de ellos, estaban en manifestaciones y con una nueva conciencia política aflorando. Bien es cierto que la situación era muy distinta, y no entraré en esos detalles... Pero dicho esto, considero que si tenemos la gran suerte de vivir en una democracia tenemos el deber de no quedarnos indiferentes ante el panorama que se nos presenta día a día y que no debemos olvidar que todo lo que se decida hoy en el Congreso tendremos que vivirlo cuando crezcamos.

No hay comentarios: