sábado, 23 de febrero de 2008

La pelota vasca

Hace poco he tenido el gusto de ver “La Pelota Vasca”. Es una película-documental que aborda el tema del conflicto vasco desde los distintos puntos de vista de políticos, escritores, músicos, periodistas, victimas des terrorismo, ex-miembros de ETA etc.
Estos exponen sus opiniones y sus posibles soluciones a lo que acontece en Euskadi.

Desde el principio se enfatiza que en la sociedad española las distintas posiciones entorno a este problema han degenerado en una división dicotómica en dos grandes grupos: los que están a favor del nacionalismo vasco y los que no, quedando todo el espectro entre ellas desechado.

Cuado escuchamos hablar del conflicto vasco enseguida se nos viene a la cabeza una palabra : ETA. Lo que sin duda es un hecho innegable es que la banda terrorista padece una enfermedad terminal y jamás tendrá justificación ninguna sus asesinatos y actos violentos. Pero lo que fácilmente olvidamos es que hay muchas otras formaciones que a través del diálogo y del consenso intenta poner una solución pacífica y siempre actuando dentro del marco de la legalidad de nuestro país. Además todas estas organizaciones parten de algo que debe ser un hecho, y es que no habrá diálogo sin el cese de la violencia y ese es el principio de la paz. No pretendo estar del lado de los nacionalistas ni muchísimo menos, si no que hay que estar con la paz, acabemos por fin con una situación insostenible y que no halla nunca mas muertos por el terrorismo. No podemos convencer a otras personas de que piensen los mismo que nosotros ni tampoco a cambiar de credo, pero podemos buscar un entendimiento mutuo.

Vivimos en una nación cansada de muertos, conflictos, represiones, ira, miedo, hemos escuchado tantas veces estas palabras que estamos ya hastiados de ellas. El único vehículo para acabar con esta situación es que nos podamos sentar y buscar una solución a este problema que ya se ha alargado demasiado y ha costado la vida a demasiada gente. Pero siempre que utilizamos como método para acabar con un enfrentamiento el diálogo debemos ir con una mentalidad positiva, de dar algo a cambio, de no ir con la premisa de decir no a todo. Nos gusten o no nos gusten las opiniones de los demás han de ser respetadas y deben tener cabida en nuestro proceso de paz. Sin embargo muchos políticos han desvirtuado tanto el diálogo y el consenso que se han convertido en términos equivalentes a ser débiles, a ceder al terror y a permitir crímenes, esto es realmente triste y por desgracia propicia que los partidos teman poner en practica ciertas propuestas que serían tachadas y criticadas en seguida.

Lo que debe estar en la mente de los gobernantes es que se quieren soluciones ya y que ni ETA ni otras organizaciones van a desaparecer por las malas, no tenemos mas que fijarnos en el IRA, solo con el acercamiento de las posturas y la búsqueda de un consenso, siempre partiendo de una base pacifica y de cese de la violencia, conseguirán hallar la paz, algo que jamás alcanzarán por la fuerza.

Juan Carlos Rey

El 23 de julio de 1969 el príncipe Juan Carlos de Borbón acepta la sucesión de la Jefatura de Estado. Franco jugó con toda suerte de ambigüedades en los largos años en los que tardó en designar un sucesor y sin embargo no tenía ninguna prisa en ceder su poder. El 20 de noviembre de 1975 España se convertía en protagonista de un fenómeno poco habitual en la historia del mundo: una transición pacífica de la dictadura a la democracia. Dos días después Juan Carlos I era proclamado rey. Su primer discurso estuvo presidido por una prudente cautela. Sin embargo ya dejaba entrever un espíritu nuevo y aperturista. El 5 de julio de 1976 Adolfo Suárez fue nombrado Presidente del Gobierno, este hecho supuso un grandísimo acierto de la corona, con él los cambios democráticos frenados durante la Jefatura anterior alcanzaron un ritmo acelerado.

Mas liberal que muchas de las de su entorno europeo, la Constitución de 1978 definía a España como “Estado social y democrático de Derecho” cuya forma es la “Monarquía Parlamentaria”. La izquierda española tenía una viva tradición republicana pero ahora reconocía la fórmula monárquica como la mejor solución para un Estado nacido tras la liquidación del régimen franquista. El 23 de febrero de 1981 con motivo del intento de golpe de estado el Rey aparecía en televisión poniéndose del lado de la democracia y de la Constitución, esto reforzó considerablemente su legitimidad, al aparecer ante los españoles como adalid de la libertad.

Han pasado casi treinta años desde que ocurrieron estos hechos y dos grandes males se han confabulado para desprestigiar el importantísimo papel del Rey en la construcción y afianzamiento de la democracia en este país. La primera es el olvido, puesto que parece que muchas personas ya no recuerdan su gran labor durante los duros momentos que el país paso durante la transición. Debemos tener muy en cuenta lo difícil que fue ejercer el papel de Jefe de Estado en una España tan convulsa como la de aquella época y a mi parecer supo llevar de forma ejemplar su cargo. La segunda es la ignorancia, mal cada vez mas arraigado entre nosotros los jóvenes. Se critica denodadamente al Rey sin apenas conocer su papel en los últimos años de la democracia y faltándole al respeto con la quema de fotos y demás calumnias que se han lanzado contra su persona.

Me parece realmente injusto que no se le tenga en cuenta su compromiso con la democracia en estos últimos años puesto que no tenemos nada mas que mirar a nuestro alrededor y al día a día para contemplar sus logros y los de otros muchos que llegado el momento se pusieron de manera decidida del lado de los que ansiaban la libertad

¿Por qué republicanos?

Hoy en día la idea de un estado republicano es casi inconcebible, los españoles nos hemos acostumbrado a un nivel de vida tal que cualquier cambio que amenace su propia tranquilidad nos asusta. A nivel puramente practico la llegada de un régimen republicano no traería apenas cambios en nuestro sistema político, mismas instituciones y cargos públicos. El único cambio sería el poder elegir, por fin, a nuestro Jefe de Estado y que cualquier persona sin distinción de ninguna clase pueda llegar a este cargo.

La monarquía desde hace muchos siglos a sido un símbolo de opresión y atraso social. Ninguno de sus intentos por modernizarse ( a excepción del presente) consiguió perdurar apenas y mientras ellos nadaban en la opulencia el pueblo moría de hambre. En 1975 el Rey Don Juan Carlos I se convertía en rey de España y de los españoles, por suerte tuvimos un rey que acepto la senda democrática y que llevo por buen camino al transición aunque dejando mas de un cabo sin atar...

Pero el meollo de la cuestión es que queremos vivir en un país donde a las personas no se las distinga por su nacimiento, queremos poder escoger el Jefe de Estado y queremos que nadie en este país sea diferente a otra. Por desgracia la imagen de descontrol e impotencia que la II República dejo en la memoria de los españoles y de la historia ha desprestigiado la forma de estado que la mayoría de países modernos a aceptado. Somos republicanos por principios, por que creemos que podemos cambiar las cosas por medios democráticos, porque sabemos que no tenemos rey y que nadie nos puede mirar por encima del hombro y por sobretodo por que amamos la libertad.

Juventud y democracia

“Queremos cambiarlo todo, acabar con el viejo mundo y construir una sociedad sin clases libre de verdad...” Esta es la premisa con la que la generación de nuestros padres, a finales del franquismo, se preparaba para la democracia. Fue y sigue siendo una generación comprometida con la vida política de su país. Con el final del franquismo les llegó el momento de tomar las riendas de España y durante 30 años han estado peleándose por las decisiones mas importantes de este país y han buscado siempre lo mejor para los españoles. Pero en mi opinión ya es hora de que los jóvenes recojamos el testigo que durante mucho tiempo han estado llevando. Y es en este punto donde está el problema.

Muy pocos estamos realmente interesados en el panorama político nacional e internacional. La mayoría sólo parece querer pasarlo bien y liarse con tal o con cual. Y yo no digo que esto esté mal, es normal a nuestra edad, pero sin olvidar que no podemos quedarnos como simples nihilistas y gentes sin inquietudes. Realmente parece que no nos importa lo que pasa por estas tierras, pregúntenle a alguien de mi clase ¿quién es la Vicepresidenta del Gobierno?, y no lo sabrá. Y como este podemos poner muchos más ejemplos.

Actualmente se habla mucho de la llamada “Ley de la Memoria Histórica”, a la que considero un gran acierto puesto que para mi generación parece que los últimos setenta años de la historia española están en blanco, no saben nada ni de la II República, ni de los maquis, la represión y un largo etc. A mi parecer dejan entrever que no les interesa nada de lo ocurrido aquellos años y estamos cayendo sin remedio en algo que el mismo Franco predijo, que la historia la escribirían los vencedores y no los vencidos...
A nuestra edad (yo por ejemplo tengo 16 años), nuestros padres ,o al menos muchos de ellos, estaban en manifestaciones y con una nueva conciencia política aflorando. Bien es cierto que la situación era muy distinta, y no entraré en esos detalles... Pero dicho esto, considero que si tenemos la gran suerte de vivir en una democracia tenemos el deber de no quedarnos indiferentes ante el panorama que se nos presenta día a día y que no debemos olvidar que todo lo que se decida hoy en el Congreso tendremos que vivirlo cuando crezcamos.

Mejor al grano y basta de chorradas

La verdad es que si alguien ha tenido la desgracia de caer por aqui en este blog o simplemente me conocia y queria pasarse lo primero que hare es darle las razones por la que empece con esto. La principal es que hoy en dia es muy dificil acerse escuchar e internet es un buen lugar para intentarlo asi que empezemos con el primer articulo que me publicaron y espero que les guste, y si no me dara igual.