El 28 de marzo de 1939 caía Madrid la ciudad que durante tres años tanto había resistido al bando nacional, los eslóganes acuñados durante la defensa de la ciudad, “¡No pasarán!” y “Madrid será la tumba del fascismo” no podrían resistir más al ejército sublevado, era el inicio del fin de la II República Española. Tres días más tarde, el 1 de abril, Franco firmaba el último parte de guerra, la Guerra Civil había terminado. Sin embargo esto no trajo la tan ansiada paz sino victoria, la victoria de un bando sediento de venganza que estaba dispuesto a hacer pagar con toda la dureza posible una deuda contraída durante la guerra. 300000 personas murieron durante el conflicto, 60000 fueron ajusticiadas en los años siguientes y se calcula que un millón fueron desplazadas fuera de España huyendo de la represión. Es la mayor tragedia en la historia del siglo XX español, la gran cicatriz que lastra nuestra historia, responsable de nuestro atraso económico y social y de nuestros problemas políticos y territoriales.
Uno de los hechos para mí más espectaculares del conflicto fue la llamada por todo el mundo de las Brigadas Internacionales. En periódicos obreros de Inglaterra se pudieron leer durante los primeros meses de conflicto titulares como “ALL INTO ACTION NOW DEFEND SPANISH REPUBLIC!!”. Los obreros de todo el mundo no estaban dispuestos a permitir que en España ocurriese lo mismo que había pasado en Alemania y en Italia, irían a defender lo que para ellos era lo más importante de sus vidas, por lo que habían luchado tanto tiempo, su libertad.
Pero ante el abandono internacional y la fuerte ayuda de Hitler y Musolini a Franco la República no podía vencer. Quizás el obtuso Negrín tuviera razón y si el conflicto se hubiera prolongado un poco más, hasta iniciarse la II Guerra Mundial, el apoyo del resto de naciones democráticas hubiera llegado, pero el precio de un conflicto más largo hubiera sido tal vez demasiado, nunca lo sabremos. Lo que sí sabemos es lo que paso en los siguientes 36 años y la gran oportunidad que se perdió con la caída de la II República.
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