Según vas llegando a la frontera vas comprobando como las cosas se vuelven algo peculiares. Los cambistas ilegales están justo al lado de la policía nacional y de la guardia civil como si tal cosa. Los marroquíes hacinados en estrechas verjas tienen su propio pasillo para cruzar la frontera mientras los que vamos en coche tenemos que pasar tres controles. La policía fronteriza de Marruecos ni si quiera miran a fondo tu pasaporte y cuando hay que sellarlo con unos eurillos se agiliza el papeleo. Una vez pasada puedes comprar ropas de marca a precios bastante asequibles de ahí que la gente por Ceuta vaya siempre muy bien vestida. La fruta y la verdura, especialmente las naranjas, también es otro artículo declarado bien de interés cultural y económico por Marruecos , después de comprarlas unos chiquillos muertos de hambre te suplican que les dejes llevarte las bolsas para ganarse unos dírham. Las calles sin asfaltar son cada vez menos comunes en el norte de Marruecos, se nota el fuerte impulso que las inversiones extranjeras están dando en la construcción de infraestructuras, hoteles, paseos marítimos y chalets. El norte de Marruecos, un diamante en bruto junto a Ceuta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario